Elpsicoanalista Erich Fromm dijo una vez que el sentido de la vida no es más que el acto de vivir en uno mismo. Cómo experimentamos cada hora, dÃa y mes a través de los años, moldea de cierta forma el propósito que adoptamos para nuestra existencia y este, a su vez, es el responsable de nuestra plenitud o infelicidad.
Deesta doctrina fundamental fluye todo el resto, y especialmente el que la moral cristiana se reduzca necesariamente al amor, como enseñará el discÃpulo siguiendo las huellas de su maestro: «Un solo mandamiento contiene toda la ley en su plenitud: amarás al prójimo como a ti mismo» (Gál 5, 14).
1395Por la misma caridad que enciende en nosotros, la EucaristÃa nos preserva de futuros pecados mortales. Cuanto más participamos en la vida de Cristo y más progresamos en su amistad, tanto más difÃcil se nos hará romper con Él por el pecado mortal. La EucaristÃa no está ordenada al perdón de los pecados mortales.
Hemosconstruido un mundo tan sofisticado, tan alejado de la naturaleza, con tantas cosas que se interponen entre nuestra percepción y los acontecimientos, que cada vez nos resulta más difÃcil acceder a lo sencillo, a lo que se ofrece a nuestros sentidos, a lo que nos permitirÃa vivir de un modo más relajado, más recostado en lo
Letra:Tantas cosas en la vida, nos ofrecen plenitudy no son más que mentiras que desgastan la inquietud.tú has llenado mi esistencia al quererme de verdadyo
Pequeñasacciones para alcanzar la plenitud. por Rafael Salomón el 02/08/2021 00:00. Cada acción cuenta, por muy pequeña que sea, por sencilla que parezca, siempre tendrá un eco. Especialmente en la parte espiritual, el valor de las pequeñas acciones son las que Jesucristo nos invita a mirar y a realizar. Cuando a sus discÃpulos
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cuantas cosas en la vida nos ofrecen plenitud
